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Comprar un sistema de planchado para mi casa no me acababa de convencer. Me convenció cuando vi las maravillas que hacía con uno de estos sistemas de planchado una amiga mía. Una prenda arrugada por la lavadora la dejaba sin una arruga, igualito que cuando compras la ropa en los comercios. Esto me convenció.
No me arrepiento. Compré el Sistema de planchado DG8626 Rowenta y lo voy amortizando bastante. Es un sistema de planchado con una presión de 6,9 bares. Te vale tanto para darle un uso doméstico como para usarlo en el planchado de prendas para otro si te ganas la vida como planchadora.
La plancha es de color negro. No pesa más que una plancha normal de las que venden sueltas. la base es de color verdoso. Color verde botella dice mi hija pequeña, muy aficionada ella a ponerles a los colores apellidos. Tiene un diseño discreto, funcional.
El golpe de vapor es de 450 gramos por minuto. Su vapor continuo es de 120 gramos por minuto. De su seguridad no tengo queja. Yo soy bastante olvidadiza, pero mis olvidos no son un problema con este sistema de planchado gracias a sus apagado automático. Tiene vida propia. Te olvidas de que lo tienes encendido y se acaba apagando solo. Esto es una gran ventaja para gente olvidadiza como yo.
Os lo recomiendo. El Sistema de planchado DG8626 Rowenta cuenta con una suela láser microsteam muy eficiente a la hora de planchar todo tipo de telas, sobre todo las telas más delicadas. Enseguida le pillas el truquillo. Yo casi no tuve que leer el folleto de instrucciones que te viene en la caja. Debes leerlo, y tenerlo a mano por si algún día te asaltan las dudas.
Yo todavía tengo el Sistema de planchado DG8626 Rowenta en garantía. Espero que continúe funcionando igual de bien cuando haya finalizado el periodo de garantía. Me daría un disgusto si se me estropeara este sistema de planchado con una plancha que tiene 400 agujeros.
Me costó 180 euros. Era de 231 euros sin rebaja. Me vino bien esperar a que estuviera con descuento. Hay que saber comprar para tener este tipo de cosas que necesitas en casa a buen precio.
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Estoy bastante contenta con la Cafetera superautomática ECAM 22.11OB que compré en color blanco. Hace un café delicioso. La desventaja es que enseguida se mancha. La tenía en la cocina y tuve que retirarla para el salón porque se me ponía horrible. En mi vida había tenido un pequeño electrodoméstico de color blanco al que se le pegara más la grasa. Ni limpiándola todos los días conseguía un color blanco limpio. Por eso no sé si le pondré pronto fin a su vida útil en mi casa. Si alguna amiga se enamora de ella, se la acabaré vendiendo.
Yo la compré porque estaba bien de precio. Me costó 279 euros una cafetera que había visto a vender en alguna tienda a más de 500 euros. Sus características también me animaron a comprarla. Saber que hace unos capuccinos que te chupas los dedos me hizo dudar menos. A mi chico le encantan los capuccinos. De hecho, es él quien se entiende con el sistema capuccino de esta cafetera.
Servidora se entiende más con la personalización del aroma y de la cantidad del café. Hago unos cafés personalizados que vuelven locas a las visitas. Por eso creo que venderé bien esta cafetera a alguna amiga. Será cuestión de darles unas clases de hacer cafés personalizados con la Cafetera superautomática ECAM 22.11OB para quitármela de encima.
Si la vendo, seguro que compro otra, pero de color negro. La venden en blanco y en negro. La blanca te puede parecer más bonita. Lo malo es que se ensucia. Cuando la compre en negro no la tendré en la cocina. La cafetera es de diez a la hora de hacer café. Me encanta la posibilidad de personalizarlo. A mi chico le gusta el café con más café. Yo, en cambio, prefiero el café más suave. Con esta cafetera puedo hacer el café a todos los gustos. El aroma también lo puedes personalizar. Mi madre, por ejemplo, hace el café con mucho más aroma que yo. Para gustos colores. Esta es la mayor ventaja que le encuentro a la Cafetera superautomática ECAM 22.11OB que os recomiendo, sobre todo en color negro.
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