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viernes, 27 de septiembre de 2019

Mis compras más domésticas


1

A mi madre le encanta el Tomate frito ORLANDO y yo casi le estoy cogiendo el gusto. Debe ser porque últimamente está haciendo mucho de canguro mi progenitora y me lo mete siempre en la lista de la compra. Le gusta el casero y en aceite de oliva porque está en envase de cristal, un envase que puedes reciclar en tu despensa para guardar otro alimento líquido. Yo lo estoy reciclando para guardar salsas caseras.

Es un tomate que venden también en una variedad casera y en otra variedad con aceite de oliva. Poca diferencia noto entre ambas. Mi madre dice que la casera tiene más sal. De sal andan sobradas las dos.

No es un tomate frito caro. Compré 3 unidades del tomate frito Orlando de toda la vida la semana pasada por 1 euro en un hipermercado. Son envases de 210 gramos. Mi madre se llevó el de aceite de oliva que viene en envase de cristal, como os he dicho, también por 1 euro. Hay que aprovechar las ofertas.

Os lo recomiendo. Mucha gente no se atreve a comprarlo porque viene en un envasado de cristal. Meten en la cesta el tomate frito Orlando de toda la vida. Deberían probar las otras variedades. Una amiga mía probó en casa el de aceite de oliva y quedó enamorada de su sabor. Ni el casero ni el de aceite de oliva no es como el tomate frito que preparas tú en casa, pero te ahorra el trabajo de hacerlo y de manchar cacharros. Yo soy muy de alimentos procesados por el tiempo que ahorro.

Este tomate lo encuentras a vender en todos los supermercados y grandes superficies. Orlando es una marca famosa en tomates fritos y con otros preparados para hacernos la vida más fácil a amas y amos de casa. El envasado en cristal es reseñable. Está en la línea de ahorro en plásticos y en un camino hacia envasados del pasado mucho más ecológicos. Igual de alabable es la etiqueta del tomate Orlando estilo casero. Ves en la imagen una esquina de mesa con mantel a cuadros rojo que te hace acordarte de la casa de tu madre durante la infancia.



2

Suelo comprar el Caramelo Gelatina Neo Botánica porque son unos caramelos que nos gustan a todos en casa. Los hay de muchas variedades. La variedad jengibre es mi favorita. Mis hijas prefieren la variedad Frutos del Bosque sin Gluten y mi madre se chupa los dedos con los de té verde. Esta última variedad tampoco contiene gluten en su composición. Yo me fijo mucho en lo de sin gluten porque mi hija mayor es intolerante al gluten, igual que muchos niños de este país nuestro y de otros países del mundo mundial.

Los venden en bolsitas con cierre hermético que conservan muy bien los caramelos en su interior. Son bolsitas de 150 gramos y de 200 gramos. No entiendo como hacen la de Frutas del Bosque con 50 gramos más que las otras bolsas.

Sus precios son iguales. Tanto te cuesta una variedad como otra. Incluso muchas veces las meten a todas en una oferta del 70 por ciento de descuento en la segunda unidad. Fue así como los encontré la semana pasada y aproveché para llevar dos envases en vez de uno solo. Me costó el primer envase 1,39 euros y el segundo sólo 0,42.

Os los recomiendo estas gelatinas deliciosas. Son mucho mejores que las de las competencia porque no contienen aceite de palma y son biosaludables. Las elaboran con buena materia prima natural. Tampoco llevan conservantes. Mis hijas dicen que prefieren las de Frutas del Bosque porque saben como las moras que comen en la aldea. Yo me quedo con las de Jengibre. Tienen un toque de limón que deja el paladar mucho más fresco.

El Caramelo Gelatina Neo Botánica te lo recomienda la marca como saludable. Es todo lo saludable que puede ser un caramelo que lleva azúcar en su composición. No se debe abusar de su consumo. Acuérdate de tus dientes. A mis hijas les hago cepillarse los dientes con un buen dentífrico tras cada consumo de estas golosinas.

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