El Samsung Galaxy Watch 3 que le regalé a mi marido por su cumpleaños no parece un reloj de monitorización deportiva. Estuve a no comprarlo, pese a que sabía que era el reloj que quería mi santo, porque me pareció muy grueso. Lo probé en mi mano y lo noté pesado. Mis dudas casi me hicieron inclinarme por un Huawei Watch GT, menos pesado en la muñeca.
Me decidí por este reloj porque el aspecto del reloj es clásico y elegante, alejándose de diseños más deportivos o con aspecto de ser digitales. Estos relojes no son muy del gusto de mi marido. Últimamente mi santo se ve más atraído por diseños clásicos en todo. Acerté. Mi santo está encantado con el reloj. Hasta le gusta el color. El tono Mystic Pink recuerda mucho al de los anteriores Watch en rosa, en este caso yendo con una correa de cuero y fabricado en titanio y acero. Es un reloj resistente y robusto, aguantando bastante bien los chapuzones en la piscina y en el mar abierto y resistiendo bien a las huellas dactilares.
Tiene cosas mejorables en el diseño. Por ejemplo, el diseño de los botones físicos no ha ido a mejor a nivel estético, siendo ahora más llamativos, con un toque retro. Pero lo cierto es que funcionan bien.
La pantalla se ve bien. Es un panel Super AMOLED de 1,2 pulgadas, con una resolución de 360 x 360 píxeles. Recuerda mucho a la pantalla del modelo anterior. La pantalla es táctil. Funciona bien cuando la tocas, eligiendo una opción, o mantienes la pulsación con el dedo cuando es necesario. La pantalla la puedes ajustar según tus gustos. Mi marido le ha puesto menos brillo.
La pantalla es bastante personalizable. Mi santo todavía la está controlando con la ayuda del manual de instrucciones que venía en la caja del reloj. El reloj te informa en su pantalla del tiempo, el calendario, el recuento de paso o las pulsaciones entre muchos otros datos. Pero no debes dejar que te agobie. Es lo que le digo siempre a mi marido.
Os recomiendo este reloj que puedes controlar con tu smartphone. Una vez tenemos el reloj enlazado con el dispositivo, hay un tutorial en el propio Watch 3 que nos guía en la navegación y los espacios del sistema. Disponemos de un cajón de apps al que se accede con el botón de inicio y partimos de una pantalla de inicio con la esfera que venga o que hayamos seleccionado, a lo que se suma la pantalla de accesos rápidos (configurable desde la aplicación) y los widgets y notificaciones según a qué lado movamos el bisel o hagamos swipe.
Hay que llevarlo con calma. En un solo día no lo controlas, sobre todo si no has tenido un modelo anterior. Mi marido tuvo la versión anterior. pero la tuvo poco tiempo porque fue un reloj que perdió en un viaje a Marruecos. Se le olvidó en la habitación del hotel y allí quedó. Espero que no pierda este reloj. Es carísimo. Me costó 380 euros, y lo vi a vender a más de 400 euros.
Me decidí por este reloj porque el aspecto del reloj es clásico y elegante, alejándose de diseños más deportivos o con aspecto de ser digitales. Estos relojes no son muy del gusto de mi marido. Últimamente mi santo se ve más atraído por diseños clásicos en todo. Acerté. Mi santo está encantado con el reloj. Hasta le gusta el color. El tono Mystic Pink recuerda mucho al de los anteriores Watch en rosa, en este caso yendo con una correa de cuero y fabricado en titanio y acero. Es un reloj resistente y robusto, aguantando bastante bien los chapuzones en la piscina y en el mar abierto y resistiendo bien a las huellas dactilares.
Tiene cosas mejorables en el diseño. Por ejemplo, el diseño de los botones físicos no ha ido a mejor a nivel estético, siendo ahora más llamativos, con un toque retro. Pero lo cierto es que funcionan bien.
La pantalla se ve bien. Es un panel Super AMOLED de 1,2 pulgadas, con una resolución de 360 x 360 píxeles. Recuerda mucho a la pantalla del modelo anterior. La pantalla es táctil. Funciona bien cuando la tocas, eligiendo una opción, o mantienes la pulsación con el dedo cuando es necesario. La pantalla la puedes ajustar según tus gustos. Mi marido le ha puesto menos brillo.
La pantalla es bastante personalizable. Mi santo todavía la está controlando con la ayuda del manual de instrucciones que venía en la caja del reloj. El reloj te informa en su pantalla del tiempo, el calendario, el recuento de paso o las pulsaciones entre muchos otros datos. Pero no debes dejar que te agobie. Es lo que le digo siempre a mi marido.
Os recomiendo este reloj que puedes controlar con tu smartphone. Una vez tenemos el reloj enlazado con el dispositivo, hay un tutorial en el propio Watch 3 que nos guía en la navegación y los espacios del sistema. Disponemos de un cajón de apps al que se accede con el botón de inicio y partimos de una pantalla de inicio con la esfera que venga o que hayamos seleccionado, a lo que se suma la pantalla de accesos rápidos (configurable desde la aplicación) y los widgets y notificaciones según a qué lado movamos el bisel o hagamos swipe.
Hay que llevarlo con calma. En un solo día no lo controlas, sobre todo si no has tenido un modelo anterior. Mi marido tuvo la versión anterior. pero la tuvo poco tiempo porque fue un reloj que perdió en un viaje a Marruecos. Se le olvidó en la habitación del hotel y allí quedó. Espero que no pierda este reloj. Es carísimo. Me costó 380 euros, y lo vi a vender a más de 400 euros.
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